Con motivo de Infarma tuve el placer de asistir al 1er. Foro de marketing y Management (http://proyectofarmacia.wordpress.com/ ) para la farmacia organizado por una empresa de diseño de farmacias al que asistieron también otros especialistas en marketing .
La asistencia a estas actividades es necesaria ya que son alentadoras y te permiten pensar en el más allá del mero acto de dispensar. En ésta en concreto, se habló de la importancia de la gestión del personal. Empezando por gente motivada, un líder generoso y humilde, capaz de impulsar al equipo con un proyecto estimulante y objetivos comunes, que cree en él, recompensa al equipo, evalúa y al que evalúan, que destierra el ordeno y mando, que enseña con el ejemplo, se divierte con el grupo y es capaz de motivarse a sí mismo.
Se lanzó la pregunta al aire de si el farmacéutico sabe venderse. Es importante hablar de la misión y la visión de la farmacia, de la elaboración de un análisis DAFO cada tres meses, del liderazgo y de hacer las pequeñas cosas mejor cada día, pensamiento Kaizen, de los hábitos y objetivos. La percepción vs. la expectativa del cliente sobre la farmacia a la que acude. La importancia de la excelencia, del branding emocional y sobre como todo esto ejerce su importancia en el resultado de las ventas.
Conocimos el nuevo concepto del shopsumer, donde el cliente cada vez busca ahorrar más tiempo en sus compras, porque valora más su tiempo.
Se advirtió de que la farmacia debe evitar caer en el grave error que sufrió el gran consumo, la eliminación de la figura de quien aconseja al cliente, lo conoce y sabe cómo ofrecerle las nuevas ofertas y productos. Se recordó que la tarjeta de fidelización no suple al ser humano que se encuentra detrás del mostrador. Y se habló de la importancia de pensar en profesionales del sector, hay que ser shopsumers.
Se habló de la gestión de categorías en la oficina de farmacia y de como es más rentable tener un surtido estrecho y profundo, con una o dos marcas por categoría, pero trabajándolas al extremo. En función de lo que se venda en la farmacia, se tendrá un tipo de cliente u otro, con lo que es el propio farmacéutico el que es responsable del tipo de clientes que tiene. No importa si la farmacia es de 30 o de 300 m2, si el farmacéutico sabe lo que quiere ofrecer a sus clientes y hace todo lo posible para mostrarlo, obtendrá una farmacia rentable.
Y, por último, se concluyó que para la farmacia de hoy es vital la identidad corporativa y se habló de la eficacia y la funcionalidad, que pueden ir de la mano, y de la historia que debe transmitir la farmacia, esto es lo que hace diferente a una farmacia de otra.
Recordar que la competencia de la farmacia no es la farmacia vecina, sino todos los negocios que se encuentran alrededor de la farmacia; por ello, la farmacia debe reinventar los servicios, sin miedo. Y lo más importante, que sin tener una meta, es difícil ganar.
La asistencia a estas actividades es necesaria ya que son alentadoras y te permiten pensar en el más allá del mero acto de dispensar. En ésta en concreto, se habló de la importancia de la gestión del personal. Empezando por gente motivada, un líder generoso y humilde, capaz de impulsar al equipo con un proyecto estimulante y objetivos comunes, que cree en él, recompensa al equipo, evalúa y al que evalúan, que destierra el ordeno y mando, que enseña con el ejemplo, se divierte con el grupo y es capaz de motivarse a sí mismo.
Se lanzó la pregunta al aire de si el farmacéutico sabe venderse. Es importante hablar de la misión y la visión de la farmacia, de la elaboración de un análisis DAFO cada tres meses, del liderazgo y de hacer las pequeñas cosas mejor cada día, pensamiento Kaizen, de los hábitos y objetivos. La percepción vs. la expectativa del cliente sobre la farmacia a la que acude. La importancia de la excelencia, del branding emocional y sobre como todo esto ejerce su importancia en el resultado de las ventas.
Conocimos el nuevo concepto del shopsumer, donde el cliente cada vez busca ahorrar más tiempo en sus compras, porque valora más su tiempo.
Se advirtió de que la farmacia debe evitar caer en el grave error que sufrió el gran consumo, la eliminación de la figura de quien aconseja al cliente, lo conoce y sabe cómo ofrecerle las nuevas ofertas y productos. Se recordó que la tarjeta de fidelización no suple al ser humano que se encuentra detrás del mostrador. Y se habló de la importancia de pensar en profesionales del sector, hay que ser shopsumers.
Se habló de la gestión de categorías en la oficina de farmacia y de como es más rentable tener un surtido estrecho y profundo, con una o dos marcas por categoría, pero trabajándolas al extremo. En función de lo que se venda en la farmacia, se tendrá un tipo de cliente u otro, con lo que es el propio farmacéutico el que es responsable del tipo de clientes que tiene. No importa si la farmacia es de 30 o de 300 m2, si el farmacéutico sabe lo que quiere ofrecer a sus clientes y hace todo lo posible para mostrarlo, obtendrá una farmacia rentable.
Y, por último, se concluyó que para la farmacia de hoy es vital la identidad corporativa y se habló de la eficacia y la funcionalidad, que pueden ir de la mano, y de la historia que debe transmitir la farmacia, esto es lo que hace diferente a una farmacia de otra.
Recordar que la competencia de la farmacia no es la farmacia vecina, sino todos los negocios que se encuentran alrededor de la farmacia; por ello, la farmacia debe reinventar los servicios, sin miedo. Y lo más importante, que sin tener una meta, es difícil ganar.
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