Defiende las dosis individualizadas a los pacientes y recuerda que durante su mandato, 2002-2004, se hicieron pruebas piloto con antibióticos "que demostraron eficacia y ahorro".
"No hubo tiempo político de implantar esa medida con carácter general porque el PP perdió las elecciones, pero es algo que vamos a defender cuando volvamos a gobernar. Es una medida útil, posible y necesaria".
Como siempre, los políticos, ajenos al día a día de las empresas, quieren imponer sus reglas sin tener en cuenta a los usuarios de las mismas. Durante años en el Reino Unido han querido eliminar esta manera de dispensación y desde la RPSGB se ha montado un comité que quiera abolir esta práctica por considerarla que infringe las normas de la trazabilidad de los productos. En una encuesta realizada por la Society Inglesa en el 2005, a más de 4000 farmacéuticos, se encontró que el 80,3% de los farmacéuticos creía que retrasaba la dispensación, el 79,1% cree que el mezclar lotes hace que el paciente pierda la confianza en el producto que se le ha dispensado, 77,8% cree que cortar blisters no es profesional y el 86,6% cree que la mejor manera de trabajar es que cada farmacéutico elija el paquete más adecuado según lo indicado por el médico y que en base a ello, reclame su dinero al NHS.
Los farmacéuticos ingleses y los laboratorios farmacéuticos vienen luchando contra las dosis individuales en distintas campañas realizadas; a finales de 1990, cuando el Ministro de Estado para la Salud, Alan Milburn, se negó a ello, por el incremento de costes que ello significaría. Pero ya en el año 1983, la primera campaña en contra del cortar los blisters, se lanzó para evitar lo que el cortar los paquetes significa, pérdida de seguridad del producto, efectividad, conformidad, y seguridad en el medicamento prescrito.
Los políticos siguen queriendo copiar modelos creyendo que son mejores, mientras, paradójicamente éstos modelos que quieren copiar, quieren copiar el nuestro. Infórmense antes de querer cambiar cosas que ya funcionan, consulten con quienes tendrán que vivir con estos cambios regulatorios y lo más importante, hay muchas maneras más de ahorrar en medicamentos, empezando por evitar la cultura del despilfarro que rige en el sistema sanitario.
Se me ocurren muchas maneras de controlar el gasto farmacéutico sanitario, implicando más a los distintos profesionales del sector, y sino, miren este artículo publicado en El Farmacéutico hace un par de años sobre un estudio realizado en los medicamentos devueltos al SIGRE en una farmacia comunitaria española. Estudio sobre el consumo de medicamentos a partir del material recogido en un Punto SIGRE / Riu Torrens, I. / Torrens Cortés, I. / Llopart Sánchez, Y. El Farmacéutico, 2008 ENE 15;(387)
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